Un sistema de acumulación de aguas lluvias impulsa la producción agrícola en el sector rural de Coelemu, región de Ñuble, mejorando la calidad de vida de las familias campesinas.
En los cerros de Coelemu, región de Ñuble, donde el acceso al agua es un desafío constante, los Sistemas de Captación y Acumulación de Aguas Lluvias (SCALLs) están cambiando las reglas del juego para agricultores como José y Elizabeth Escobar. Este proyecto, destaca cómo soluciones sostenibles pueden mejorar la producción agrícola y generar beneficios económicos para pequeños agricultores.
Entre los aspectos destacados se encuentra la captación eficiente desde techumbres de invernaderos y la utilización de estanques australianos, ideales para almacenar grandes volúmenes de agua y asegurar su disponibilidad durante períodos críticos.
En el caso de la familia Escobar, estos sistemas han permitido regar cuatro invernaderos que albergan flores como Astromelias, Liliums e Iris, cultivadas por Elizabeth. Además, José, su padre, utiliza el agua recolectada para sembrar hortalizas y legumbres, integrando la producción en un modelo familiar diversificado.
Elizabeth destaca que el agua de lluvia no solo sostiene la producción, sino que también es esencial para la vida y el sustento de la familia. "Gracias a este sistema, hemos podido educar a nuestros hijos y mantener nuestro negocio familiar. Es un recurso invaluable", señala.
El impacto económico también es notable: los SCALLs han reducido los costos de extracción de agua en terrenos elevados, mejorando la rentabilidad de la producción agrícola. Asimismo, se han generado oportunidades de comercialización local en ferias y mercados campesinos.
Octavio Lagos, Director del Consorcio Tecnológico del Agua, destacó que en el estudio "Diagnóstico, evaluación y seguimiento de sistemas de captación de aguas lluvias (SCALLS)", realizado para la Comisión Nacional de Riego, permitió un diagnóstico exhaustivo de las necesidades de los agricultores, ofreciendo recomendaciones técnicas que optimizan el diseño, la operación y el mantenimiento de estos sistemas. Este enfoque no solo mejora la eficiencia en el uso del agua, sino que también fomenta una mayor sostenibilidad en la pequeña agricultura.
El Consorcio Tecnológico del Agua se perfila como un actor clave, facilitando la capacitación de agricultores. Con estos avances, los SCALLs no solo se consolidan como una herramienta efectiva, sino como un ejemplo de cómo este tipo de soluciones puede impulsar el desarrollo rural sostenible.
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